Miércoles 15 de enero: después de un viaje de 2000 km, de un día y medio en tren, haciendo noche en la estación de Mumbai, llegamos a Goa. En el trayecto, de Jaisalmer a Mumbai, aprovecho para relizar algunos trabajos en macramé. Llamo la atención de mis compañeros de viaje, quienes finalmente me compran tres pulseras que hago en el momento.
Una de las muchas estampas que se ven desde el tren |
Llegamos a la estación de Thivim, en Goa. Y de ahí tomamos un bus hasta Mapusa. Y de ahí otro a Parra, donde nos hospedamos en casa de Rahul Alvares, un cazador de serpientes.
¡Por fin calor! |
Al día siguiente me voy a la playa de Baga y me baño, por primera vez, en el Mar Arábigo. ¡El agua de éste es caliente, comparada con la de Canarias! A la vuelta, haciendo autostop, me para una pareja, ella india y el inglés, que me comenta que los miércoles se realiza una feria artesanal en la playa de Anjuna. Voy ese día, hablo con el responsable y consigo un puesto para toda mi estadía en Goa, por 150 rupias por día.
Parchando en Anjuna |
Después de unos días en Parra, nos mudamos a Aldona, un pueblo muy tranquilo, a veinte minutos en autobús de Mapusa. Allí nos reciben Karan y Carla, una pareja, él de India y ella de México, con quienes conectamos muy rápidamente.
Nos enseñan diferentes lugares de Goa, sus playas, la comida local, algunos bares y clubes nocturnos, el mercado local y algunas recetas de cocina.
Pasando la tarde, en buena compañía, en la playa de Ashvem |
El sábado aprovecho para ir al mercado nocturno sabatino en Arpora y tratar de vender mi artesanía. No sé muy bien dónde se encuentra, así que "hago dedo" desde Assagao, donde me han dejado Karan y Carla. Tengo suerte y me recogen dos chicos en moto que me dejan prácticamente a la entrada del mercado. Ingo market, como se conoce al mercado, se extiende por una ladera, donde se apiñan cientos de puestos de artesanía, algunos realmente buenos, así como de ropa de diseño, de instrumentos, de libros, de música. Aquí te puedes encontrar, tanto trabajando como paseando, gente de todo el mundo. A los costados del mercado, se encuentran diversos restaurantes, mientras suena de fondo música variada, normalmente trance.
Trato de buscar un hueco para poder montar mi puesto, pues no tengo permiso para hacerlo, y me encuentro a Nazia, una chica que conocí cuando vivía en Parra, que me llevó en su coche cuando hacía autostop. Me invita a montar una mesa en su puesto. Conozco a varias personas, entre ellas a Mada, una gaditana, que me dice que también se puede vender en la playa de Arambol. Al finalizar el mercado, a eso de las 2:30 a.m., no tengo cómo volverme a casa, así que Patricia, una mujer colombiana que diseña ropa, me invita a su casa en Siolim, donde paso la noche.
Mercado de Anjuna |
Aprovechando el cumpleaños de Ersi, alquilamos una scooter y nos vamos a recorrer los pueblos del interior del estado, hasta llegar a la costa, ya en Vasco de Gama. Lo que nos muestra otra realidad de Goa, más allá de turistas, playas y alcohol.
Cascada de Arvalem |
Nuestra Scooter |
En algún lugar de Savoi-Verem |
Innumerables plantaciones de arroz |
Otra estampa clásica, los búfalos |
Old Goa |
Niñas en Vasco de Gama |
En el pueblo costero de Baina
A la vuelta, para la cena, compramos unos kilos de almejas en la misma carretera, a unas mujeres que habíamos visto unas horas antes recogiéndolas.
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¡Tarta de cumpleaños de ersilita!
Después de tres semanas en Goa, decidimos reemprender el viaje, rumbo al estado de Karnataka.
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Playa de Candolim |